Mucha gente confunde la visión del producto con la visión estratégica de la empresa. La visión de producto tiene que ver con la creación de un producto tan atractivo que, cuando la gente lo vea, no entienda cómo ha podido vivir sin él. La mayoría de los equipos de alta dirección no tienen visión de producto, aunque en algunas empresas como Apple, y en varias de las startups de OpenView Venture Partners, el CEO o el CTO es el visionario del producto.
El artículo de Levy sobre el nacimiento del iPod muestra cómo Steve Jobs se cernió sobre cada aspecto del iPod durante su creación. Añadió funciones, las eliminó, las ordenó, se comprometió con las fechas finales y se presentó para evangelizar el producto cuando se anunció. Esto es lo que debe hacer un Jefe Product Owner y muy pocas empresas tienen un buen Jefe Product Owner.
En mi formación Scrum, hago referencia a este artículo como uno que los aspirantes a Product Owners deberían leer. Así que aquí está el enlace para que todos puedan encontrarlo. Product Owner Lección #1.
La cosa perfecta
Hace cinco años, los ingenieros de Apple utilizaron gomaespuma y viejos plomos de pescar para crear una maqueta de un nuevo reproductor MP3. La era del iPod estaba a punto de comenzar.
Por Steven Levy - Revista Wired 14.11 Nov 2006
A mediados de octubre de 2001, recibí una invitación para uno de los espectáculos de Steve Jobs, cuidadosamente coreografiado y exquisitamente informal. Se iba a celebrar en la sede de Apple en Cupertino, California, el 23 de octubre. Lo más interesante de la invitación era el añadido burlón: "Pista: no es un Mac". Normalmente, me habría subido a un avión para ver la última arruga en la siempre fascinante saga de Jobs. Su regreso a Apple fue una gran historia de negocios en sí misma, pero lo novedoso de toda su carrera fue su injerto sin disculpas ni precedentes de los valores de los años sesenta -desde el rock and roll hasta el budismo de barril- en el mundo corporativo. Jobs era un gran vendedor, un tipo que superaba a los trajeados cuando se trataba de dominar las poleas y palancas del desarrollo y la fabricación de productos de alta tecnología a escala mundial, un director ejecutivo de dos empresas que cotizan en el Nasdaq (Apple y Pixar Entertainment). Pero también le había visto entrar en su sala de juntas con unos pantalones cortos cortados a tijera casi hasta los huevos y un par de chanclas. Todo esto -la austera autoridad de un poeta zen, la jovialidad de Mick Jagger y la espectacularidad de David Copperfield- se exhibiría en este evento. Y si la historia sirve de guía, merecerá la pena escribir sobre el producto que desveló.